Opinión. Las semillas de la coexistencia aún intactas en Medio Oriente para seguir soñando lo imposiblePor Thomas L. Friedman
RAHAT, Israel.- Confieso que como histórico observador del conflicto árabe-israelí, siempre evité decididamente tanto a los promotores del “desde el río hasta el mar” de la izquierda propalestina como a los igualmente fanáticos del “Gran Israel” de la derecha sionista, no solo porque la visión de futuro exclusivista que ambos encarnan me parece aberrante, sino también porque el periodista que llevo dentro no puede creer su ceguera ante las complejidades del presente.